El desarrollo de las energías renovables y el impulso que se espera que experimenten en los próximos años es inconcebible si no se produce en paralelo con la innovación y evolución de los sistemas de almacenamiento energético, fundamentales para obtener la máxima rentabilidad de las energías no constantes. Con esta finalidad, se está explorando la utilización de nuevos polímeros para disminuir los costes en la fabricación de productos de almacenamiento y para reducir la huella de carbono en todo el proceso.

En la actualidad, los polímeros se utilizan en las baterías de iones de litio como aditivos y/o aglutinantes, pero las nuevas baterías requieren de innovaciones poliméricas para subsanar los problemas tecnológicos actuales. Por ejemplo, se necesitan polímeros innovadores redox-activos para su uso como materiales activos en las tecnologías emergentes de baterías basadas en polímeros, como las baterías de flujo redox de polímeros (pRFBs) y las baterías orgánicas híbridas.

Las ventajas de la utilización de polímeros son, entre otras, que evitan la utilización de metales pesados tóxicos, no necesitan vincular las baterías a un sistema de refrigeración que evite el sobrecalentamiento a partir de una determinada temperatura y tienen una elevada velocidad de carga y descarga. Sus características posibilitan que su impacto medioambiental sea mucho menor y contribuyan de forma más eficiente a la descarbonización del planeta.

Investigación en la empresa

Como empresa especializada en soluciones de almacenamiento energético enfocada en la innovación constante, E22 participa en POLYSTORAGE, un proyecto de investigación y desarrollo (I+D) de baterías poliméricas en el que participa un consorcio europeo con la financiación de la Unión Europea y una pequeña participación de fondos australianos. El objetivo de este proyecto es formar en esta materia a 16 investigadores, estudiantes de doctorado, con proyectos individuales en los campos de la ciencia de los polímeros y el almacenamiento electroquímico de energía.

“La evolución del sistema energético necesita de un almacenamiento de energía de una naturaleza innovadora. En este proyecto se apuesta no solo por el desarrollo de tecnología sino también por científicos jóvenes y con gran potencial de desarrollo”, explica Veselin Miroslavov Veselinov, product manager de E22.

Las 16 personas seleccionadas forman un equipo de investigación internacional, intersectorial y multidisciplinar formado por 12 beneficiarios (8 universidades europeas, 2 institutos de investigación europeos, 2 empresas europeas) y 11 socios del proyecto (2 organizaciones académicas y 9 empresas europeas).

“Este tipo de proyectos nos brinda la oportunidad de atraer talento joven al departamento de I+D, al mismo tiempo que nos permite crear plataformas de intercambio de conocimiento entre el sector investigador y la industria, estableciendo sinergias entre ambos”, asegura José Angel Horcajada, material I+D manager.

En el caso de E22, es un socio industrial que se ocupa del diseño de un prototipo semiindustrial de batería de flujo redox polimérica que utilice los polímeros sintetizados por otras instituciones durante el proyecto. Con dicho fin, la compañía ha contratado a Athul Seshadri Ramanujam como doctorando para trabajar en el diseño. Su tarea se ha iniciado con un estudio de viabilidad de diferentes tecnologías poliméricas y la comparación de estas químicas novedosas con tecnologías maduras en el mercado. Las conclusiones de este estudio tecno-económico servirán de base para la selección de la química adecuada en la que basar el diseño del prototipo semiindustrial.

Athul Seshadri valora muy positivamente esta oportunidad de participar en un proyecto para impulsar la transición energética. “A medida que se produce la transición de los combustibles fósiles a las energías renovables es necesario el desarrollo paralelo de sistemas de almacenamiento de energía sostenibles”, afirma.

“Las baterías de flujo redox basadas en polímeros ofrecen una vía para avanzar hacia un almacenamiento de energía más barato y respetuoso con el medio ambiente. Trabajar en el área de I+D de E22 me da la oportunidad de diseñar una batería desde un punto de vista industrial con el foco puesto en el mercado de almacenamiento de energía”, concluye.