El almacenamiento energético será uno de los factores clave de la evolución hacia un nuevo modelo de mercado en el que los combustibles fósiles y, especialmente, el gas, tengan cada vez menos peso. En la actualidad, los sistemas de almacenamiento se han generalizado y se incluyen de forma habitual en los proyectos utility-scale. Este cambio de paradigma ha sido posible gracias al descenso en los costes de las baterías, el incremento de su eficiencia gracias a la innovación tecnológica y a la concienciación generalizada de que el almacenamiento es la mejor solución ante la intermitencia de las renovables.
Las baterías son los sistemas de almacenamiento más utilizados. Pero no todas las baterías son iguales ni tienen la misma finalidad. Para decidir qué tipo de batería permite maximizar el rendimiento de una instalación energética hay que tener en cuenta distintos factores. Y, en esta decisión, lo más acertado para un inversor con poca experiencia en el sector es contratar a una empresa como epecista que le entregue el proyecto ‘llave en mano’ y asuma las posteriores labores de O&M.
La Agencia Internacional de la Energía (IEA) calcula que en pocos años serán necesarios cerca de 10.000 GWh de almacenamiento en baterías en todo el mundo para cumplir los objetivos climáticos y de sostenibilidad acordados en las últimas cumbres internacionales. En este recorrido, destacan ya países como Reino Unido o Australia, donde la legislación y la iniciativa institucional han estimulado el crecimiento exponencial del almacenamiento.
Según los factores que se tengan en cuenta, las baterías se pueden clasificar de diferentes formas.
La tecnología con la que están fabricadas
El almacenamiento energético es un sector vinculado estrechamente a la innovación y la investigación. El objetivo constante es el de encontrar nuevos materiales más eficientes, que sean más sencillos, económicos y sostenible de extraer, y que existan en un volumen suficiente para que su comercialización no dependa únicamente de unos pocos mercados, como China. También se tiene en cuenta que sean materiales cada vez más reciclables y con menos impacto en el medio ambiente.
E22 es una compañía especializada en la construcción de baterías de flujo redox de vanadio (BFRV), una solución utilizada en proyectos en todo el mundo, que cuenta con una serie de interesantes ventajas. Por ejemplo, tienen una vida útil superior a 10.000 ciclos, no se calientan en exceso y apenas necesitan mantenimiento, además de que son reciclables en un 90%.
Sin embargo, las más extendidas por sus costes más reducidos y sus características siguen siendo las baterías de ion-litio. Se tratan de productos presentados en contenedor o armarios, con fácil transporte, instalación y mantenimiento y escalables para adaptarse a proyectos de energía renovable de mayor o menor tamaño, como los que tiene proyectados E22 en Reino Unido para los próximos meses.
Su capacidad (distintos tipos de potencia)
E22 dispone de un importante portfolio de productos para poder responder a las necesidades de cada cliente y de cada proyecto de forma personalizada. Las baterías de almacenamiento energético pueden tener una potencia desde 15 kW/kWh a centenares de MW/MWh. Las más pequeñas, por su tamaño y sus características, pueden ser integradas directamente con proyectos energéticos o domésticos, mientras que las de mayor tamaño suelen ser montadas en contenedores que facilitan su integración y transporte, y que se ubican en un punto concreto.
La elección del tamaño y el ratio potencia capacidad depende del objetivo de uso de la batería. Para hacer arbitraje de energía, lo ideal es optar por soluciones con más capacidad que potencia para poder mover la mayor cantidad de energía a horas pico.
Sin embargo, si lo que se requiere es regulación de red, la potencia será el factor determinante al no ser necesarias grandes cantidades de energía.
La tecnología es esencialmente la misma independientemente del tamaño de la batería. La única diferencia radica en el ratio potencia/energía (MW/MWh) que determinará el rating de las celdas entre 2C y 0,5C.
Su finalidad: hibridación, arbitraje, etc.
Una de las mayores ventajas de las baterías es que son soluciones hibridables con cualquier tipo de energía, pero se está potenciando su uso sobre todo con energías no constantes para incrementar su eficiencia. La finalidad es almacenar el excedente de energía durante los periodos de mayor producción y suministrar esa electricidad en los momentos en los que no hay producción.
Las baterías tienen, sin embargo, otra interesante función: arbitraje de la red eléctrica. Es un proceso que consiste en almacenar energía en los picos de producción más altos, es decir, cuando los precios de mercado están más bajos y liberarla cuando la producción disminuye y, por lo tanto, el precio es más alto. En estos casos, se necesita un tipo de producto que permita gran capacidad de almacenamiento y descargas profundas para ser efectivo y cuya vida útil no se vea afectada por estos ciclos.
E22 fabrica sus baterías íntegramente en España, concretamente en su fábrica en Chiva (Comunidad Valenciana), por lo que garantizan a sus clientes productos acabados con estándares de calidad europeos y escasa dependencia de la importación de materiales.